Cierta mañana, practicando con mi maestro de Tai Chi la forma 37 del estilo Yang, con orgullo le conté que ya me había aprendido todos los movimientos:
—Muéstrame —me dijo, a lo que lo hice—. Bien, muy bien, aprendiste los movimientos, aunque son toscos y carecen de precisión, de todos mis discípulos eres el que aprende más rápido. Ahora sigue practicando —concluyó.
—¿Hasta cuándo? —pregunté.
—Hasta que lo perfecciones.
—Y cuando lo perfeccione, ¿qué?
—Seguirás practicando.
—¿Pero Hasta cuándo? —insistí en espera de una respuesta definitiva, no soy de los que se conforman con respuestas inconclusas.
—¡Hasta morir! —dijo con una sabiduría inapelable.
Entonces fue cuando lo comprendí. La vida era eso. Hallar algo que te guste hacer, aprender lo necesario y empezar a practicar, ya en el camino, ir aprendiendo más sobre aquello, y seguir practicando, y seguir aprendiendo, hasta alcanzar la perfección, a sabiendas que la vida nunca será suficiente para tal cometido.
Danilo Semp
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Les doy la bienvenida a mi blog, en donde encontrarán la recopilación de mis sueños, de mis anhelos, de mi ser entero, plasmados en textos, y que espero sean de su agrado. No me considero escritor, al menos no en la medida que conlleva dicho término, tan solo soy un aficionado de la vida en exceso que ha medida que la vive, va escribiendo y contando las emociones que experimenta en cada vivencia.
Aquí podrás encontrar, poemas, relatos, cuentos, y también historias personales en forma de una bitácora de un inadaptado, en donde voy relatando mis memorias. También puedes ir directamente al blog, e ir leyendo los escritos que periódicamente voy publicando. Y si quieres saber más sobre mí, te invito a conocerme un poco.
Gracias por estar aquí, espero disfrutes la estadía, pues yo estoy complacido de haber recibido tu visita. Un saludo.